En el Potrero se cuenta una leyenda. Había en el rancho un hombre privado de razón. Vivía de la caridad de la gente. Su locura era muy extraña: consistía en decir una y otra vez una sola palabra: María. "María" -recitaba siempre. Los niños se reían de él, y hacían burlón eco a su palabra. El pobre orate ni siquiera se daba cuenta de eso. Arrobado, seguía repitiendo por donde iba: "María, María"... Cuando murió -narran en las cocinas las mujeres- de su boca salieron cinco flores, una por cada letra del nombre que decía. El amor de aquel loco ¿sería amor del cielo o de la tierra? Quién lo sabe Todo amor tiene algo de terrenal y de celeste, y algo tiene también de locura. Lo que me gusta de la leyenda es el milagro de las flores. Porque todo amor tiene algo de milagro.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.