Doña María, vecina de don Abundio en el Potrero, es dueña del más bello jardín en todo el rancho. La señora tiene la mano caliente -así se dice allá de quienes poseen la virtud de hacer brotar las plantas, o de lograr que prendan los injertos-, y entonces su jardín parece el del Edén. Crecen en él los eróticos alcatraces, y las pomposas dalias, y las violetas condenadas a modestia perpetua, y la obvia rosa, y los geranios con olor a clavo, y esa humilde flor campesina que se abre a la caída de la tarde y se cierra con el primer anuncio de la noche, llamada "amor de un rato".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.