Dicen que los atardeceres de Tanzania son los más bellos del mundo. Yo les echo a los de Saltillo, mi ciudad, y les doy a los crepúsculos tanzanos 20 nubes de ventaja.
Hace unos días le dio a Diosito por imitar a Cecil B. de Mille, y presentó un crepúsculo en glorioso Technicolor y espectacular CinemaScope que habría dejado a Turner turulato y sin poder dar pincelada. Yo, que todavía tengo ojos para ver, detuve mi automóvil y me puse a mirar aquel prodigio.
Hay quienes ven el mar, y lo único que sienten son ganas de hacer una necesidad menor. Otros de la misma ralea piensan que contemplar un crepúsculo -y más escribir acerca de él- es delito de lesa cursilería. Yo no soy tan cursi como para temer que alguien me llame cursi, y así declaro, y firmo y sello, que los crepúsculos de mi ciudad son más hermosos que los de Tanzania. Aun dándoles 20 nubes de ventaja.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.