Mi sabio y generoso guía en Tequila, Jalisco me lleva a conocer sendas capillas. Una es un templo; la otra una cantina. El templo es el Calvario. En cumplimiento de un voto lo construyó la señorita Guadalupe Gallardo, y puso en él un vía crucis cuyos 14 cuadros, hechos en azulejos, son cada uno una obra de arte.
La cantina es también una Capilla, pues así se llama el insigne establecimiento de don Javier Delgado. Tiene en la puerta un letrero que dice algo como esto: "Antes de entrar aquí deje fuera su mal humor, sus amarguras, su ira, sus envidias, sus rencores, su mala voluntad... Ahora sí, pase usted, y sea bienvenido".
Esa advertencia debería estar en todas las casas, en todos los centros de trabajo, en todas partes. Si acatáramos la admonición que puso don Javier en su cantina, nuestra vida sería mucho mejor.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.