A las encopetadas damas y empingorotados caballeros del Casino de Monterrey no les gustaba nada que la panadería "El Nopal" estuviera junto al edificio del máximo centro social de la ciudad. En esos años -los cuarenta del pasado siglo- aquellos altos señores y señoras querían que Monterrey se pareciera a las más grandes metrópolis del mundo, digamos a San Antonio, Texas. Y sucede que cuando en la madrugada salían de los bailes todo el ambiente olía al pan que se estaba horneando en "El Nopal", y a la alta sociedad regiomontana aquel olor de la panadería no le parecía santo, como al poeta jerezano, sino naco, según se diría con un voquible de hoy.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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