El miedo a la muerte, alentado por lo más oscuro de la perversidad humana, nos lleva a usar eufemismos para hablar de las cosas relacionadas con el hecho de morir. "Fulano pasó a mejor vida", decimos, cautelosos. A los panteones ya no se les llama así: son "jardines de reposo" o "parques del recuerdo". En España tienen una palabra espantosísima para designar a los cementerios: los llaman "tanatorios", del griego thánatos, que significa muerte. Así, del sanatorio al tanatorio no hay más que una letra.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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