Don Santos García se dedicaba a comprar y vender puercos. Puercos, dije. Y no pido perdón como hacía Sancho -el del Quijote- cada vez que pronunciaba esa palabra. Puercos se llaman esos animales, y ningún caso tiene disfrazar el vocablo con algún eufemismo a la manera de aquel por el cual al cerdo se le llamaba "el de la vista baja". Otros nombres pueden usarse, sí, para citarlo, como se hace en el antiguo refrán que dice: "Cuatro comidas tiene el poblano: cerdo, cochino, puerco y marrano"; pero puercos se llaman esos animales, y no hay de otra.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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