Don Abundio, el encargado de nuestro pequeño rancho familiar, es un señor grande en edad. A pesar de eso tiene fe en el hombre. Manifiesta esa confianza en modos a veces peregrinos. Sucede que en el Potero de Ábrego hay mucha tierra, pero muy poca agua. En cambio, los habitantes de Casillas, nuestros vecinos ya en Nuevo León, tienen mucha agua, pero poca tierra. Ahí el cañón se estrecha; el paisaje se eriza en picachos que se levantan a las nubes. En las quebradas nacen veneros cristalinos; éstos forman arroyos, y luego ríos que van entre las peñas a regar otras tierras, pues ahí no las hay.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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