OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

0 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Carácter empeñoso ha sido siempre el de los habitantes de Ramos Arizpe, Coahuila. Conseja antigua nos habla de una costumbre de los recios varones que primero poblaron esa tierra. Solían ellos, dice la leyenda, tomar en brazos a sus hijos cuando apenas llegaban al año primero de su edad. Luego, sin consideración alguna, los lanzaban a lo alto del alto techo de sus casas. Si el tierno infante lograba agarrarse de un morillo y sostenerse ahí, quedaba salvo, y su padre lo bajaba con amorosa solicitud y con orgullo. Si le faltaba industria al niño y no conseguía asirse al morillo salvador, su padre lo veía caer cruzado de brazos -el padre, claro- y hacerse puré en el suelo. No se había perdido mucho, en cuanto que el angelito no había dado trazas de poseer la habilidad y fuerza que luego requeriría en la vida.