El joven sacerdote se quedó turulato, sorprendido. Desde que llegó de Estados Unidos como misionero, desde que estaba en la parroquia de San Isidro Labrador, de Arteaga, no había visto cosa igual. Pero ahí estaba aquel hombre, alto, recio pese a no ser un joven ya, de tez rubicunda curtida por el sol, ojos claros y cabello entrecano asomándole por el sobrero de palma. Traía un enorme machete entre las manos, y le había pedido al sacerdote:
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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