Dice don Alonso de León que los chichimecas comían carne humana. Les gustaba, sobre todo, en barbacoa. A amigos y enemigos devoraban; a aquellos en fiestas y para asumir algunas de las cualidades del difunto a éstos por vía de venganza, a ambos en barbacoa. Los huesos molían y el polvo restante lo mezclaban en sus infames bebistrajos, con lo que hacían una especie de Nescafé, no agraviando, que ellos tenían en mucho, sobre todo cuando lo revolvían con peyote. Cuando Díaz Ordaz visitó Tehuacán, Puebla, en su campaña presidencial, vio un letrero que decía "Tehuacán con Díaz Ordaz", y dijo: "Debe saber horrible". Yo me pregunto a qué diablos sabía el bebistrajo aquel.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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