Hay quienes no creen en las cosas del más allá. Yo más bien batallo para creer en las del más acá. Los hechos que se atribuyen a los aparecidos tienen mucha lógica: regresan para cobrar venganza por un injusto agravio; o para decir dónde enterraron la relación -o sea el tesoro-; o para pedir oraciones y sufragios a fin de que su alma pueda salir del purgatorio. En cambio, las acciones de los vivos -sobre todo de los demasiado vivos- generalmente no son nada razonables. A algunos hombres los mueve la ambición de dinero; otros son empujados por ansias de poder; aquellos se dejan llevar por el afán de "yacer con fembra placentera", según dijo Berceo. Muy pocos apegan sus actos a los estrictos cánones de la razón, y esos pocos se aburren mucho, o son muy desdichados.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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