A veces me pongo a ver películas mexicanas de los pasados tiempos. El cine mexicano de los cincuenta tiene pequeñas joyas, algunas olvidadas, que es un deleite ver si quien las ve no tiene ese absurdo temor a lo cursi, miedo que priva a algunos de disfrutar muchas cosas muy buenas. Lo cursi es un exquisito refinamiento que únicamente grandes poetas como García Lorca o Lara (Agustín) saben apreciar. Lo más cursi, digo yo, es tener miedo a la cursilería.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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