Y otras mil calorías. Esa voz que odio en mi interior me decía que no son fechas para ir a una repostería a echarle más dulce a la piñata, pero al sentido común es al único sentido al que jamás le hago caso, así que la noche del miércoles me confabulé con dos compañeras de posada (igual de entronas que yo), para desayunar al día siguiente en la nueva sucursal de Mille Délices, que estrenaron con la novedad del brunch por el sur, en la Plaza La Luz de la avenida que lleva el mismo nombre.