Estamos hechos de paisajes. Instantes que se nos quedaron en el disco duro y que no fueron eliminados; frases que nadie nos robó, que pudimos conservar casi íntegras; momentos que capturamos del televisor, la radio, el CD player o, más atrás, del reproductor de casetes, y que nos definieron la manera en la que miramos al mundo, quizá una época: los 80, los 90, acaso todo el tiempo.