OPINIÓN

MISCELÁNEA DE HISTORIAS / Catón EN EL NORTE

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MIRADOR

"Malbéne roza con frecuencia los límites de la herejía". Eso dijo de él uno de sus compañeros de universidad, Garrigou-Lagrange.

En un artículo para "Iter" Malbéne escribió lo siguiente:

" Esperamos la venida del Mesías, es decir, que el Creador venga a sus creaturas. Yo diría que debemos esperar también el regreso de todas las creaturas al seno de su Creador. En Él nos fundiremos al final, y todos seremos en Dios, y participaremos de su divinidad. Si Él vino a nosotros, nosotros iremos a Él".

No siempre las palabras de Malbéne se entienden con facilidad. Quizás a este párrafo se le puede aplicar la opinión de Garrigou-Lagrange.

PRESENTE LO TENGO YO

 

Bibiano.

 

Aquella noche de noviembre fue una alegre noche. Bibiano hizo venir a "Los Luceros", y Esthelita preparó una sabrosa cena. Bromeamos, cantamos los antiguos corridos de la tierra, y el anfitrión dejó la cama para bailar un poco. Al final, sin embargo, cuando salimos de la casa cordial y hospitalaria, yo sentí una súbita tristeza. Supe de pronto que aquella había sido una fiesta de despedida. Sin decírnoslo, nuestro amigo nos había reunido para vernos así por la vez última, todos juntos y contentos todos.

Ya estaba enfermo; muy enfermo. Esa ronquera continuada que le apagó la voz era el anuncio cierto de su mal. Igual que la voz, se le fue apagando la vida poco a poco. En cada visita lo mirábamos más delgado y consumido. No se le apagaba, sin embargo -jamás se le apagó- el brillo de los ojos, ni el amor a la vida se extinguió nunca en él.

Bibiano Berlanga Castro... Fui su amigo desde la juventud. Lo conocí enseñando a leer a gente de las colonias pobres de Saltillo. Tenía Bibiano la vocación del bien. Cristiano, su religión era al mismo tiempo gracia de fe y fruto de razón. A la tesis de Filosofía del Derecho que escribió para recibirse de abogado le puso una dedicatoria insólita: "Yo, como el salmista, dedico todas mis obras al Rey".

Tuvo ideales Bibiano, y tuvo también ideario. Quiero decir que fue hombre de valores y de saber. En España acendró al mismo tiempo su sentimiento de la vida y su espiritualidad. En todo ponía calor y luz Bibiano, lo mismo en la canción que en el discurso, igual en la política que en la religión. Tenía audacias de cruzado. Una madrugada fui a sacarlo de la cárcel: había cometido el espantable delito de pegar propaganda del PAN en las paredes del Palacio de Gobierno. Una llamada del Gobernador -supremo juez- obró el milagro, y el rudo jefe policíaco que lo había hecho apresar me lo entregó de mala gana. Estiraba yo a Bibiano por el brazo para sacarlo de "los separos" cuanto antes, y él se volvía para espetarle al polizonte una furiosa perorata sobre la libertad.

¡Cuántos recuerdos nos llegan cuando alguien se nos va! Bibiano, cuando tomó la dirección del Ateneo: "Yo no vengo a ver si puedo, sino porque puedo vengo"... Bibiano, a cargo de la dirección escénica de "La Dolorosa", enmendándole la plana al director de orquesta: "Ya sé que usted sabe más de música que yo, maestro, pero de esta música yo sé mucho más que usted". Bibiano, alcalde de Saltillo: en una semana restableció y puso en buenos términos las relaciones que se habían roto entre la administración panista y el gobierno priista del Estado.

Una noche de sábado a Bibiano Berlanga se le acabó la vida. Momentos antes de su muerte estuve junto a él. Ya no era él, y cuando salí del cuarto de hospital supe que por última vez lo había visto. Poco después de la medianoche sonó el teléfono en mi casa...

Tengo tristeza en mí por el amigo muerto, pero siento alegría por la terminación de su dolor y por la nueva vida que ahora vive. Abrazo a Esthelita, compañera ejemplar, y abrazo también a Carmen y a la Güera, hermanas amantísimas. Abrazo a toda la familia de Bibiano, y a sus amigos todos. Los abrazo para sentirme abrazado yo también. Así sentiremos todos juntos el calor y la luz de Bibiano, que se nos ha ido; la luz y el calor de Bibiano, que jamás se nos irá.

 

EL ÚLTIMO DE CATÓN

El jet iba a hacer un aterrizaje de emergencia. La ingenua muchacha le dice a su audaz compañero de asiento: "-Perdone usted, señor: efectivamente oí el aviso de que hay que poner la cabeza entre las piernas, pero creo que cada quien en las suyas".

MANGANITAS

Por AFA

 

"... Negociaciones entre Corea y México...".

 

Muchas propuestas e ideas

surgen, según me enteré.

Espérense a ver de qué

cuero salen más Coreas.