¡¡¡Ni madres!!!
Guadalupe Loaeza EN EL NORTE
Nunca se me olvidará lo que me comentó la madre de Vicente Fox, el día de su toma de posesión. Después de la protesta del ex Presidente y del evento en el Auditorio, se sirvió una comida en el patio de Palacio Nacional. Sentada a la mesa del PRD y a pesar de que no había ganado nuestro candidato, Cuauhtémoc Cárdenas, en el fondo de nuestro corazón, mis compañeros y yo nos sentíamos satisfechos por la tan esperada transición. El ambiente de la comida era muy festivo y todos esperábamos entusiastas el segundo discurso que daría Fox, ya como presidente de la República. Desafortunadamente no lo pude escuchar. Eran cerca de las cinco de la tarde cuando me levanté de la mesa, ya que tenía que entregar a Reforma mi texto que se publicaría al otro día. A la salida, cuál fue mi sorpresa de encontrarme a doña Mercedes Quesada, madre de Vicente Fox, quien caminaba con cierta dificultad, acompañada por una de sus hijas.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores