Ni todas las uvas de año nuevo serían suficientes para corregir la penosa situación en que se encuentra Nuevo León en términos de feminicidio. Para salir del segundo lugar a nivel nacional, se requiere mucho más que buenos deseos: urge voluntad política del gobierno encabezado por Samuel García y esfuerzo colectivo a favor de un cambio cultural hacia familias y parejas libres de machismo.