"Uno de los motivos por los que estamos organizando esta actividad es porque sentimos que existe un gran vacío en el norte del País, en estos estados no hay eventos en los que se den a conocer las obras más recientes del mundo'', dijo en 1989 Miguel Ángel Arreola, director de la biblioteca del Tec de Monterrey, al anunciar en EL NORTE la llegada del evento que marcaría un parteaguas en la Ciudad porque sellaría el destino de generaciones: la Feria Internacional del Libro.