Ajá, otro japonés. Eso es en pocas palabras el nuevo Robata de Punto Valle. Está fregón, muy trendy su diseño, sientes que te metiste al Tokio de las películas, y además muy bien atendido, pero de espejitos ya estamos hasta la eme de la Sierra Madre; lo que le faltó a mi cena para convertirse en un suceso fue consistencia en la cocina y por eso acabé por aventar este japonés al cajón del montón.