Si en esta época de asueto no tuviste ni para quedarte, te puedo recomendar una vacacioncita de consolación en las (sucias) calles de nuestro (maltratado) Barrio Antiguo, donde hay restaurantes, cafecitos y panaderías muy monas, intentando sacar el honor y replicar el folclor de un pueblo mágico, a pesar de que nuestras autoridades lo tienen convertido en un paseo bastante trágico.