El general francés Forey se dispuso a atacar Puebla en aquel mes de marzo de 1863. No tenía otro camino más que tomar la ciudad. Fue testigo de la rabia de Napoleón III cuando un año antes, en París, recibió la noticia de la derrota del ejército francés en Puebla el 5 de mayo: el emperador ordenó la suspensión de saraos, cacerías y representaciones teatrales y se sumió en una depresión que lo mantuvo durante varios días en sus habitaciones palaciegas. Don José Manuel Hidalgo, el diplomático mexicano que intrigaba en favor del restablecimiento de la monarquía, vio al emperador en uno de esos días y contó a sus íntimos que Napoleón se sacaba del dedo una y otra vez su sortija de bodas, modo inconsciente -diría algún psiquiatra- de repudiar a la mujer que lo llevó a meterse en aquel berenjenal de México.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.