La Presidenta lo sabe, avanzar la ruta hacia la erradicación de la pobreza exige que más personas en México tengan acceso a empleos dignos, con salarios que sean suficientes para satisfacer las necesidades de los hogares. Por eso ayer durante su discurso inaugural reafirmó lo que ya antes en privado había dicho: Elevará la meta del poder adquisitivo a la que debe llegar el salario mínimo (SM) para finales de su sexenio.