Hoy escribo con remordimiento (no confundir con arrepentimiento, sólo es remordimiento), porque Piquina me obligó a pecar poquito -o tal vez muchito- con su sistemita mañanero de buffet a la carta por 280 pesos, donde ellos mismos te incitan -o casi te retan- a probar el menú entero por ese atractivo precio.