Además de don Juan Ruiz de Apodaca, virrey de la Nueva España, y de aquel aspérrimo don Miguel de Bataller, la junta gubernativa que proponía Iturbide la formarían otros señores de mucho timbre y nombre, entre ellos, desde luego, don Matías de Monteagudo, prepósito del Oratorio de San Felipe Neri (La Profesa) y canónigo de la Catedral. Al incluirlo en la lista del gobierno, Iturbide correspondía al favor que don Matías le hizo cuando lo recomendó al ingenuo Conde del Venadito para que le diera el mando de los ejércitos del sur.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.