A como se van acumulando los días en casa, es normal que se apesadumbre el ánimo, y quisiéramos subirnos al auto, a la moto o engañarnos con el "aquí no pasa nada". En ese momento hay que usar un transporte totalmente seguro y gratificante: reunirnos todos a la mesa para una comida que nos recuerde bellos y quizás lejanos momentos.