Me pueden contar "mil y una historias de terror". Pueden alimentar el morbo de diferentes formas. Aquel gol de Vuoso que salvó la incipiente era de Sven Goran Eriksson o, quizá, lo que ocurrió en aquella Eliminatoria para el 2014, del "Chepo", de Justino, del gol de Jiménez y del "rescate milagroso" del "Piojo".