OPINIÓN

'Qué puto miedo'

Denise Dresser EN EL NORTE

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Reza para que las sirenas de las ambulancias no sean para ti. Reza para que no seas víctima y la ambulancia demore horas en llegar. Reza para que venga un policía e implora que sea uno de los buenos. Uno de los que todavía no se corrompen, todavía no han sido corrompidos, todavía no han sido "reventados" por mandos cercanos al crimen, y lejanos a la ciudadanía. Nosotros desamparados y ellos también: mal entrenados, mal pagados, mal evaluados. Los "pinches policías" atrapados entre múltiples frentes, retratados de forma magistralmente ambivalente por Una película de policías, de Alonso Ruizpalacios. Ahí, en la pantalla, el costo humano e institucional de un sistema policial podrido, disfuncional, donde cuesta trabajo distinguir entre buenos y malos, policías y ladrones. Quienes nos cuidan y quienes nos expolian. Quienes tienen el deber de proteger pero no cuentan con qué. Aventados a lo hondo de la alberca durante el entrenamiento, y siguen ahogándose ahí.