La vida mexicana se convirtió en un lúgubre desfile de cadáveres aquellos días de 1861, después de que Juárez se hizo cargo de la presidencia. Tal se diría que la muerte decidió aposentarse en México, y con su guadaña segar el campo de los liberales. No faltó quien dijera que toda aquella mortandad entre "los rojos" era un castigo que les mandaba Dios por haberse salido con la suya. Se decía que Márquez tomaría la capital y fusilaría a Juárez.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.