COLABORADOR INVITADO / David L. Goldwyn EN EL NORTE
Se espera que el T-MEC augure una reactivación de la inversión en el sector energético de México. Pero ciertas tensiones en el gabinete, el privilegiar fortalecer PEMEX y la CFE, un diálogo insuficiente entre el gobierno y la industria y regulación que debilita las inversiones actuales han producido en su lugar una interrupción informal a nuevas inversiones. La reputación de México como destino de inversión extranjera directa está en juego. Otro enfoque que respete las prioridades del Presidente y le permita al país aprovechar la inversión y generar desarrollo puede ser diseñado, pero sólo si los riesgos son sopesados más cuidadosamente y no hasta alcanzar un diálogo más robusto con la industria.