La madre patria nos acoge. Gracias a sus raíces sefardíes, miles de sampetrinos aprovecharon una ley que promulgó España para convertirse en ciudadanos de aquella nación (un decreto temporal que nadie realmente pelaba hasta que AMLO llegó al poder y puso a temblar a los que luego llamaría "fifís"), y ese nuevo europeísmo de las clases pudientes -fantochismo en algunos casos- ya se está viendo reflejado también en nuestra gastronomía local.