Aprender los procesos que se siguen para cultivar el arroz, de la mano de expertos como los amables agricultores del Four Seasons Chiang Mai.
Tomar clases para conocer los secretos de la cocina tailandesa. En Chiang Mai hay varias escuelas culinarias y resorts que cuentan con chefs y estudios de cocina.
Observar a los elefantes en sitios donde se les trate con amor, respeto, admiración y se practique el turismo responsable como en el Elephant EcoValley.
Comprender la estrecha relación que hay entre un mahout (cuidador) y el elefante que tiene a su cargo. Notarás en la mirada de estas personas una inmensa paz.
Aprender los procesos que se siguen para elaborar papel derivado del excremento de los elefantes y comprar tarjetas o abanicos para practicar el comercio justo.
Probar un delicioso pad thai (icónico plato tailandés) y una chang (la cerveza más popular) al tiempo que disfrutas de una verdísima vista del norte de Tailandia.
Despertar muy temprano, recibir los primeros rayos del sol, aprender a respirar y practicar el slow travel agradeciendo por el aquí y el ahora.
Saciar tu antojo con mil y un pruebas de "Mango sticky rice" o arroz glutinoso. Preparado con esta carnosa fruta y leche de coco, te volverás adicto.
Visitar alguno de los mercados callejeros. Comprar artesanías, textiles o simplemente disfrutar del vibrante y musical ambiente que en ellos se vive.
Hacer prácticas de agroturismo visitando un huerto local o el de la estadía en la cual te hospedes. Al hacerlo, valorarás mucho más los platos que llegan a tu mesa.
Realizar una caminata contemplativa practicando el mindfulness y tomando conciencia de las vistas, olores, ruidos y texturas que regala la naturaleza.
