Es cierto que a raíz de KIA se nos detonó la gastronomía coreana en Nuevo León, pero mucho antes de eso ya existía el Seúl. Este peculiar restaurantito fue el pionero y tal vez el único coreano aquí por más de tres lustros, nuestro embajador culinario ante esa nación desde inicios de siglo, cuando justo en el año 2000 llegó al Centrito Valle con sus menjurjes orientales, sopas, ramens y revoltijos que no eran tan conocidos aún en esta tierra de la carne asada.