Justo cuando iba a empezar a platicarte sobre este lugarcito hermoso y paradisíaco para ir a disfrutar el mejor desayuno sensorial dentro de nuestra de por sí limitada nueva normalidad, con la que por cierto los restaurantes estaban cumpliendo al pie de la letra, justo en ese instante, te decía, empezó el run run de que el Bronco le metía reversa a Nuevo León y otra vez nos acordonaba las mesas para frenar tanto contagio.