Muy difícil es comprender en verdad la famosa frase "Sangre, sol y arena" que acuñó el maestro Pepe Alameda, creador de la crónica poética taurómaca de la llamada "fiesta brava", donde se sacrifica bajo música y artes, de manera cruenta a una bestia astada, y muchos se oponen a este rito ancestral viendo más por la vida del toro que por la posible muerte del toreo.