Preso don José María Morelos, los vocales del Congreso insurgente huyeron -dice don Carlos María de Bustamante con su pintoresco modo de decir- "como si trajera cada uno tras de su caballo una legión de diablos". Llegaron en su fuga hasta el río Mixteco, y hallarlo crecido y caudaloso no fue motivo para detener su carrera: se desnudaron y uno tras otro lo pasaron. Fueron hasta donde estaba don Vicente Guerrero a fin de buscar su protección, y le contaron lo que había sucedido. Al saber que Morelos había caído prisionero don Vicente Guerrero se puso a llorar como un chiquillo. Se abrazaba de los diputados, y a cada uno pedía le dijera si era cierta la terrible noticia que le daban. Pobre don Vicente: tenía fácil el sollozo.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.