OPINIÓN

¡Sí se puede!

José Pablo Coello EN EL NORTE

MIN SEG

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En el tiempo que llevo de ser aficionado a los deportes, me ha tocado presenciar todo tipo de gritos y expresiones de los fanáticos desde la tribuna. Recuerdo muy bien la primera vez que me llevaron al Estadio Azteca, para ver la final del Torneo Mexicano en el verano de 1979. Por supuesto que había algunos gritos aislados de reclamo para el trabajo de los árbitros, pero los goyas de las porra de los Pumas y el chiquitibum de los grupos de animación del Cruz Azul, eran mayoría.