OPINIÓN

Sin bola de cristal

Francisco Javier González EN EL NORTE

MIN SEG

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Ponerse frente a la hoja en blanco para escribir acerca de lo que puede suceder en la Gran Final es una experiencia aterradora.

Hay días en que plasmar una idea resulta menos difícil que en otros porque se trata de hablar sobre un hecho consumado, citar a un jugador que realizó una hazaña, o cuando los temas se agotan, criticar a los siempre vulnerables directivos.

Pero estando a unas horas del juego por el título sería políticamente incorrecto escribir sobre los 3 libros que marcaron la vida del Tuca, del clima irregular que padecemos en nuestro México o hasta de la duda sobre Alex Ferguson: ¿Será que después de tantos años seguirá padeciendo insomnio cuando pierde partidos tan importantes como el de ayer?

Lo "cool", pues, corresponde a asuntos de la Final. Tiene que ser así y la hoja está esperando que entremos en materia.

Antes de que empiece un partido importante todos somos sabios: recurrimos a números, antecedentes, datos históricos y hasta a fuerzas metafísicas que nos den mas pistas: cartomancianas, lectoras de biorritmos, astrólogos, numerólogos y similares.

Eso de que Tigres tiene la mejor defensa y Santos el mejor ataque es ya un lugar común a fuerza de ser citado. Lo es también que los laguneros tienen ciertos lapsos de amnesia en los que se les olvida jugar futbol. El primer tiempo en Morelia y el cierre en el partido de vuelta demuestran esa flaqueza que Tigres no sufre.

Al equipo de Ferretti, acusado de especulación futbolera, no se le concede haber tenido el marcador global mas amplio de los Cuartos de Final contra Pachuca porque a Gallos le ganó por un autogol, aunque siendo mejor que ellos. La suma es la que contará para determinar al campeón. Tigres no se distrae: es constante.

Total, que a estas alturas de la página no hay nada que aclare las cosas por la sencilla razón de que nada se define en la víspera. Podría ser una chambonada la que inclinara las cosas hacia cualquier lado y dejar en cristalitos todas las hipótesis futbolísticamente comprobadas. ¿Un autogol como el de López Mondragón? ¿Un error como el de Osvaldo en el primer gol en Morelia? ¿Un expulsado por cualquier barbaridad?

Vaya usted a saber. Siempre será mejor que una Final se decida por una genialidad y no por un error craso, pero en esto del futbol hay que esperar cualquier cosa de cualquier equipo.

Espero que no se haya usted decepcionado por no encontrar respuestas a cualquier duda sobre el futuro futbolero que por otra parte, no era intención de quien escribe aclarar.

Tengo las mismas dudas y un deseo que compartiremos: presenciar una buena Final en los 2 capítulos esperados ansiosamente.

 

fjgonzalez@reforma.com