Yo creía que se necesitaba mucho coraje para no creer en Dios, asumir que estamos solos, que somos nosotros y el abismo de nuestras decisiones, pero de un tiempo para acá empiezo a creer que quizá es exactamente al revés: se necesita mucho coraje para creer, para alimentar la fe en medio de un infierno de canales de aguas negras, cerros quemados por el sol y una crisis forense de más de 50 mil cuerpos sin identificar.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.