La empuñó el soldado romano. Compitió con ella el antiguo griego en sus Olimpiadas. Alta como un hombre, pero en sí resulta inofensiva. Una lanza que no se queda en el brazo, se arroja veloz a romper el aire.<BR><BR>Se trata de una jabalina, y así se llama el restaurante en el Barrio Antiguo,...