La investigación del asesinato de Obregón fue puesta por Calles en manos de los propios obregonistas. Calles era culpado por la opinión pública de haber ordenado el crimen, y quiso librarse de la acusación permitiendo que los partidarios de Obregón hicieran por sí mismos las inquisiciones del caso. Para conseguir que Toral dijera todo lo que sabía los obregonistas lo torturaron cruelmente. Sigue el relato del magnicida.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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