OPINIÓN

Trágica terquedad

Denise Dresser EN EL NORTE

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En el momento más álgido de la pandemia, el Presidente, sentado en un avión, muestra el Pico de Orizaba. En los tiempos más tristes para tantos, AMLO alardea los avances del Tren Maya. A pesar de estar presuntamente vacunado, no recorre hospitales, no se reúne con víctimas, no honra a los muertos, no reorienta recursos para salvar vidas, no cambia el guion. Anuncia que cerrará actividades en 2020 con una gira por colonias de la Ciudad de México, a pesar del recién declarado "semáforo rojo" debido al incremento dramático de los contagios por Covid-19. Nada lo detiene, nada lo lleva a reconsiderar, a modificar. Él se mantiene impasible. Él a lo suyo. Regodearse en la popularidad, impermeable e intacta a pesar de la mortandad; encerrarse en su visión de la "Cuarta Transformación", como si la realidad no exigiera repensarla. Parece ser de esos hombres que nunca se retractan de sus opiniones, porque se aman más a sí mismos que a la verdad.