Se trataba de matar o morir. Todo indica que Zapata tenía ya conocimiento de la conjura que se había urdido para asesinarlo. Se dispuso él mismo, por lo tanto, a matar al coronel Jesús Guajardo. Por eso le ordenó concentrarse en Chinameca con sólo una escolta de diez soldados, en tanto que él designó a cinco generales para que no se le separaran al carrancista ni un momento, y él mismo acudió a la hacienda con una fuerza de 300 hombres.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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