OPINIÓN

Tres pies al gato

Rogelio Segovia EN EL NORTE

4 MIN 30 SEG

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"La mañana del miércoles cinco de febrero de 1936, la ciudad de Monterrey amaneció en silencio y con clima frío. Calles desoladas, el servicio de transporte público fue suspendido, camiones urbanos y ruleteros paralizaron actividades. Las estaciones de gasolina no trabajaron. Mercados, tortillerías, panaderías y carnicerías no abrieron sus puertas. Este singular amanecer regiomontano dejó otra nota para el recuerdo: los silbatos de las fábricas por vez primera en décadas dejaron de escucharse en la ciudad".