"Todos los males del mundo comenzaron -dijo Juan Jacobo Rousseau- el día en que un hombre fue lo suficientemente imbécil para decir: '-Esto es mío', y todos los demás hombres fueron lo suficientemente imbéciles para creérselo". No obstante, esa crítica lo cierto es que el derecho de propiedad fue una de las bases fundamentales del liberalismo económico. Sin conocer quizás esa doctrina don Porfirio Díaz sintió siempre un respeto casi sagrado por la propiedad. Lo vemos en la anécdota que en seguida narro.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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