No hace falta romperlo todo, no hace falta tirarlo a la basura. En nuestra forma de vivir hay mucha sabiduría, hay trabajo acumulado de generaciones
Un futuro mejor
COLABORADOR INVITADO / Enrique Olvera EN EL NORTE
Cuando me despierto, trato de recordar mis sueños, buscando en ellos alguna señal de alerta para el futuro. De inmediato transito a la realidad; hago un ejercicio de análisis, leo un breve reporte de las noticias, especialmente de los países avanzados -no en términos socioeconómicos, sino en términos de la pandemia-. Tampoco encuentro ahí mucho más que me ayude a imaginar el futuro. No el futuro inmediato, el de las próximas semanas. Ese futuro me parece bastante predecible: distanciamiento social, medidas extraordinarias de higiene; racionamiento, en una sola palabra y en todos sentidos. Pero el futuro a mediano plazo me parece mucho más difícil de vislumbrar. El futuro de unos meses o unos años.