OPINIÓN

Un Lerdo nada lerdo

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN EL NORTE

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No tuvieron los señores de la Iglesia suficientes excomuniones y anatemas para fulminar a los liberales puros que el 25 de junio de 1856 sacaron a la luz la "Ley Lerdo". Terrible ley era aquélla a la que dió su nombre don Miguel Lerdo de Tejada, ministro de Hacienda impuesto por los jacobinos a don Ignacio Comonfort. Sus 35 artículos se reducían a uno, el primero: todas las fincas rústicas y urbanas de la Iglesia Católica pasaban en propiedad a quienes las tenían arrendadas, que cubrirían por ellas el valor correspondiente a la renta que pagaban, calculada como rédito al 6 por ciento anual.