OPINIÓN

Una hacienda porfiriana

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN EL NORTE

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La historia oficial nos ha dado una sombría visión de las haciendas del porfiriato. En los términos de su relato eran lugares de opresión, y los peones verdaderos esclavos de los hacendados. No debe haber faltado algún caso de ésos, pero en general las haciendas eran sitios donde se trabajaba bien, se vivía con tranquilidad y no faltaba nada. Los hacendados eran como patriarcas que veían a sus campesinos igual que a hijos y procuraban que nada les faltara. Tal era en verdad la regla general. Bien puede decirse que el caso del hacendado cruel y explotador era la excepción. Las visiones idílicas de "Allá en el Rancho Grande" no son tan mentirosas como las narraciones de los historiadores burocráticos que hicieron de cada hacendado un odioso Satanás.