Don Jesús González Ortega era dueño de una elocuencia rústica que podía arrebatar a quien la oía. En Zacatecas solía hacer con una de sus arengas sonorosas que los mineros dejaran su trabajo y lo siguieran a la guerra. Aquel 18 de marzo de 1863, en víspera de iniciar su ataque los franceses, dirigió a sus tropas uno de sus vibrantes discursos. En esta ocasión, por desgracia, su retórica no estuvo muy bien encaminada. Dijo a sus soldados:
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.