Inexorables seguían corriendo las horas. Era ya el 17 de junio de 1867. Dos días después, el 19, debería cumplirse la sentencia dictada por el irregular tribunal que, con violencia a todas las normas del derecho, erigió Juárez para dar forma legal a la sentencia de muerte que ya él había hecho recaer sobre Maximiliano, Miramón y Mejía. En San Luis Potosí la esposa del segundo, Conchita, había agotado ya todas las esperanzas de salvar a su marido. En un lacónico telegrama le informó el fracaso de sus gestiones y se despidió de él "hasta el cielo".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.